miércoles, 10 de noviembre de 2010

Vita made in Milano

Como os anunciábamos en el anterior post, este puente lo hemos disfrutado a más no poder. En siguientes publicaciones, os iremos contando lo mejor de cada sitio. En este caso, le toca el turno a Milán. Durante 2 días, estuve visitando la flor y nata de Italia, Milán. No se trata de una ciudad especialmente monumental (si quitamos el Duomo y poco más) pero sí glamourosa. Tanto, que me he vuelto con ganas de más.

He de decir que el tiempo es horrible: lluvia, frío y anochece a las 4 y media de la tarde. Por lo tanto, puede deprimir a las almas más mediterráneas. 

No obstante, Milán da para mucho. El primer día, después del paseo por el centro de la ciudad, visitamos Parco delle Basiliche, la zona de aperitivo de la ciudad. En Italia, al contrario que en España, esta tradición se reserva para antes de la cena. Lo mejor de todo es que, con la bebida, puedes comer todo lo que quieras y lo cierto es que el "civo" es típicamente italiano: panini, aranci, focaccia, etc. En nuestro, visitamos Portnoy, muy cerca del parque y junto a American Appareil. Aproveché para visitar la tienda y la verdad es que la ropa está pensada para gente muuuuy delgada. Vamos, que todo eran mallas y camisetas ajustadas, no muy propias para después de un gran aperitivo italiano.

Después del disgusto, visitamos Coccio, un pub estilo inglés con baguette ricas ricas. Junto a él, se encuentra el Forno, una pastelería que ofrece pizza por 4 euros y en el que la señora que lo regenta es eso, una señora más maja que todas las cosas.

En cuanto al desayuno, recomiendo, si bien es caro, el Caffè Letterario, cerca del Duomo. Se trata de un puesto pequeño, con camareros bien uniformados y con unas delicias.... ummm, ¡qué rico! Eso sí, preparad el bolsillo, porque dos desayunos costaron 16 euros.

Para la comida y entre iglesia y tienda, entramos en Spizzico, una red de establecimientos de comida rápida italiana en el que, por 7 euros, tienes un cuarto de pizza, complementos y bebida.

Para bajar la comida, visitamos unas cuantas tiendas. Quien dice unas cuantas, dice decenas. Via Monte Napoleone es la mejor opción para adentrarse en el pijismo italiano. Para mi sorpresa, en esa misma calle, se encuentra el Demagazine Outlet. Este local ofrece las primeras marcas a un precio más o menos bueno. Como ejemplo: bolso Fendi a 750 euros y zapatos Marc Jacobs a 150 euros (confieso, no los compré porque no me cabía el pie).

En cuanto a Zara... ¿qué voy a decir? Tiene un palacio digno de reyes. La tienda principal, cerca de las galerías de Emmanuele V, cuenta con 3 plantas y un sinfín de ropa que, en muchos casos, yo no he visto en las tiendas españolas. Lo mismo sucede con Bershka que, directamente, "lo peta". 

Y, para terminar, La Rinascente, la mega tienda especializada en marcas caras y diseños imposibles. A mi parecer, inaccesible para la mayoría de la gente, pero claro, teniendo en cuenta que con el pasaporte italiano parece que te regalan un Louis Vuitton, no sé qué deciros.

En resumidas cuentas, sólo me compré unos guantes de piel en las galerías, en una de las tiendas más antiguas de la ciudad. El importe: 40 euros, lo que está bastante bien si tenemos en cuenta las marcas que hay alrededor.

Espero que estas líneas os sirvan para disfrutar de un fantástico fin de semana en Milán.













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